Terapia Cognitivo-Conductual
La terapia cognitivo-conductual ayuda a las personas a cambiar la forma en que se comportan. La terapia enfatiza en los principios de aprendizaje y cómo el aprendizaje incorrecto puede causar problemas en la vida de una persona.
Los procedimientos utilizados por lo general se implementan para mejorar el autocontrol de la persona mediante el aprendizaje de habilidades y destrezas. En muchos casos se asignan tareas y se hacen prácticas como parte de la terapia.
Cambios esperados con la terapia Cognitivo-Conductual
La manera en que te comportas, por ejemplo, fumar menos o ser más extrovertido;
La manera de sentir, por ejemplo, que sientas menos miedo en determinadas situaciones, que estes menos deprimido o ansioso; que tengas más regulación de tus emociones.
La manera de pensar como por ejemplo que aprendas a solucionar problemas de una manera más eficiente o qué pienses de una forma más racional;
Hacer frente a algunas conductas que acompañan los problemas médicos, como disminución de dolores crónicos, o ayudarte a seguir las recomendaciones médicas.
Ayudarte a modificar estilos de vida poco sanos o situaciones laborales estresantes.
Requerimientos para el desarrollo de la terapia Cognitivo-conductual
Evaluación
Formulación
Intervención
Descripción de la Terapia Cognitivo- Conductual
En su evolución de 60 años de investigación y trabajo clínico, algunos modelos cognitivo-conductuales contemporáneos consideran que el sufrimiento humano parte de la combinación entre los pensamientos, el lenguaje y la experiencia directa de la persona.
Se postula que la inflexibilidad psicológica es la causa de los problemas y trastornos psicológicos.
La poca tolerancia al malestar físico o emocional que nuestra cultura occidental nos impone, el apego exagerado al “yo”, la pérdida de contacto con el momento presente y el hecho de no tener metas personales acordes con los valores propios, son ejemplos de poca flexibilidad psicológica.
Estos modelos también se apoyan en amplios programas de investigación básica y aplicada, la cual nutre permanente el trabajo clínico. Este tipo de terapia no intenta cambiar los pensamientos y las emociones directamente, y dispone de técnicas como aceptación, la atención plena (mindfullness), el distanciamiento cognitivo, los valores y la acción comprometida, para adelantar la terapia.